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05-01-1934

La Soc. Caupolican rechaza enérgicamente la petición de Aburto Panguilef

Nos envía al respecto una terminante comunicación, en que manifiesta que no reconoce al citado dirigente ninguna autoridad material y ni siquiera moral y espiritual para pedir datos.

En nuestra edición anterior dimos a conocer algunos acuerdos adoptados por el Comité Ejecutivo del Congreso Araucano, que preside el señor Manuel Aburto Panguilef, y que se refieren, uno al diputado señor Arturo Huenchullan y el otro al monumento a Caupolican.
A este respecto el Presidente de la Sociedad Caupolican Defensora de la Araucanía nos envía la siguiente comunicación, solicitando su publicación.

«Nos permitimos rogarle se sirva dar cabida en el diario de su digno cargo, las siguientes líneas.
Ese diario en su edición de ayer publica una comunicación firmada por Manuel Aburto Panguilef, su hija señorita Herminia Aburto Colihueque y Juan Curin, y que se habría dirigido a esta Sociedad (pues aún no la hemos recibido) para poner en su conocimiento un acuerdo del Congreso Araucano celebrado últimamente en Puerto Saavedra y que se refiere al asunto pro Monumento Caupolicán.
En dicha comunicación se ve que el acuerdo viene del año 1932 y es curioso que no se nos hubiera comunicado antes y lo lamentamos porque habría anticipado aclaraciones necesarias y convenientes para nuestra raza.
Sentimos participarles a los firmantes de la nota ya mencionada que no estamos dispuestos a darles ninguna explicación; pues no le reconocemos ninguna autoridad material ni siquiera moral y espiritual, y que si hacemos esta publicación, es por la atención y respeto que debemos a la opinión pública sana.
Para nosotros la Federación Araucana y que mañosamente se titula Comité Ejecutivo del Congreso Araucano, es solamente Manuel Aburto Panguilef y él sabe lo que es para nosotros, para los indígenas capacitados y honrados.
Si tal nota viniera de un Congreso celebrado por indígenas preparados, prestigiosos, honrados y de sanas intenciones, gustosos les daríamos todas clase de satisfacciones porque le reconoceríamos la autoridad moral que siempre proyectan las personas con esas cualidades; pero Sociedades, por más “ejecutivas” que se llamen, o individuos con cualidades contrarias, no les aceptamos nada y ni tienen el derecho de hacerlo.
Se equivocan los firmantes o más bien dicho, Manuel Aburto Panguilef, si pretende de esta manera deshacer un prestigio bien ganado de la Sociedad Caupolicán Defensora de la Araucanía, como también se equivocan creyendo que así podrán evitar la reacción vigorosa de repudio que le viene oponiendo la Araucanía y que aumenta día tras día. Los Indígenas que realmente son valores en nuestra raza, la opinión pública honrada y poderes públicos respetables, ante quienes tenemos sentado nuestro prestigio no se conforman ni aprecian apariencias, exigen realidades y ni se convencen con notas mal intencionadas.
Tampoco conseguirá apagar el entusiasmo e interés y la comprensión de los buenos indígenas por la pronta fundación de la Caja de Crédito Indígena, pues ellos están bien compenetrados de luchar por ideales constructivos y el de que nada efectivo se hace con cuentos y sueños.
Anticipándole, nuestros agradecimientos, saludan muy atentamente al señor Director, sus afectísimos y Ss. Ss..- “Sociedad Caupolican Defensora de la Araucanía”.-
Venancio Coñuepan.- Presidente.- José Cayupi C., Vicepresidente.- Esteban Romero S. Secretario.- Abelino Ovando, Tesorero.»

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